1. Si ves que tu hijo está haciendo algo que no es conveniente
no ignores la situación, detén lo que estás haciendo, acércate, contenlo,
habla.
2. Muéstrate empático ante su enfado, no minimices su frustración
ni sus motivos. Por ejemplo: “sé que te ha molestado que te quite el juguete,
no debes tirar de la mesa, es peligroso y no quiero que te vayas a lastimar”.
3. Si habla y te
explica lo sucedido, déjalo terminar,
no lo juzgues, escúchalo y ofrécele alternativas para solucionar el problema.
4. No etiquetes a tu
hijo, ni permitas que
lo hagan. No justifiques su comportamiento ante otros con frases tipo: «si
dejas que te manipule cuando tenga 15 ya verás», pero qué chillón, qué brusco,
qué malo. Recuerda que si lo decimos, ellos lo toman como real ¿es mamá quien
lo dice, no? Sed claros y conscientes de lo que quieres para tu hijo, las
etiquetas no te ayudarán a que él mejore su conducta.
5. Siempre recuérdale
que lo quieres, no importa la
situación por la que pase. Jamás digas cosas que se puedan interpretar como
pérdida o disminución de amor. Esto favorecerá los canales comunicativos, no
solo ahora, sino que estarás abriendo espacios para cuando sea mayor; sabrá que
puede contar y confiar en ti.
6. No pierdas tú la
paciencia, a veces la
información que tenemos de nuestra propia educación es la que dicta la forma de
educar a nuestros hijos. Si te has decidido por cambiar los patrones en tu
casa, este tipo de eventos te ayudarán a reflexionar acerca de lo que tú
quieres para ellos.
7. Una vez que regrese
la calma, hablad de lo
sucedido; no le des demasiadas vueltas. No traigas el tema a colación después
de dos días. Eso no ayuda a nadie y no resuelve la situación tampoco.
8. Las acciones se
relacionan a la búsqueda de
autonomía de descubrir el mundo y sus capacidades. Ayúdale a que cada día sea
un momento eficaz de descubrimiento.
10. Ofrece algún
objeto para canalizar
el enfado; una almohada por ejemplo o abrazar un muñeco grande de peluche.
11.Cuando el niño se ha desbordado es porque no ha logrado
comunicarse efectivamente, busca palabras para que pueda expresar su enfado
¿Qué te ha molestado? ¿Te sientes enfadado porque se cayó?
12. Observa si estás a tiempo de cambiar el foco de
atención, puedes ofrecer alguna alternativa para que no siga haciendo eso.
Tomado de Padres e Hijos / Familia / Gema Lendoiro / Entrevista a Deheni Rubio, psicopedagoga de la Pedagogía Blanca y autora de "mimamedice".
No hay comentarios:
Publicar un comentario