lunes, 30 de junio de 2014

Educa con Amor

Cómo actuar con tus hijos/as ante algunas situaciones cotidianas.

1. Si ves que tu hijo está haciendo algo que no es conveniente no ignores la situación, detén lo que estás haciendo, acércate, contenlo, habla.
2. Muéstrate empático ante su enfado, no minimices su frustración ni sus motivos. Por ejemplo: “sé que te ha molestado que te quite el juguete, no debes tirar de la mesa, es peligroso y no quiero que te vayas a lastimar”.
3. Si habla y te explica lo sucedido, déjalo terminar, no lo juzgues, escúchalo y ofrécele alternativas para solucionar el problema.
4. No etiquetes a tu hijo, ni permitas que lo hagan. No justifiques su comportamiento ante otros con frases tipo: «si dejas que te manipule cuando tenga 15 ya verás», pero qué chillón, qué brusco, qué malo. Recuerda que si lo decimos, ellos lo toman como real ¿es mamá quien lo dice, no? Sed claros y conscientes de lo que quieres para tu hijo, las etiquetas no te ayudarán a que él mejore su conducta.
5. Siempre recuérdale que lo quieres, no importa la situación por la que pase. Jamás digas cosas que se puedan interpretar como pérdida o disminución de amor. Esto favorecerá los canales comunicativos, no solo ahora, sino que estarás abriendo espacios para cuando sea mayor; sabrá que puede contar y confiar en ti.
6. No pierdas tú la paciencia, a veces la información que tenemos de nuestra propia educación es la que dicta la forma de educar a nuestros hijos. Si te has decidido por cambiar los patrones en tu casa, este tipo de eventos te ayudarán a reflexionar acerca de lo que tú quieres para ellos.
7. Una vez que regrese la calma, hablad de lo sucedido; no le des demasiadas vueltas. No traigas el tema a colación después de dos días. Eso no ayuda a nadie y no resuelve la situación tampoco.
8. Las acciones se relacionan a la búsqueda de autonomía de descubrir el mundo y sus capacidades. Ayúdale a que cada día sea un momento eficaz de descubrimiento.
9. No grites, habla en tono normal. Habla con él, siéntate a su lado y míralo a los ojos.
10. Ofrece algún objeto para canalizar el enfado; una almohada por ejemplo o abrazar un muñeco grande de peluche.
11.Cuando el niño se ha desbordado es porque no ha logrado comunicarse efectivamente, busca palabras para que pueda expresar su enfado ¿Qué te ha molestado? ¿Te sientes enfadado porque se cayó?
12. Observa si estás a tiempo de cambiar el foco de atención, puedes ofrecer alguna alternativa para que no siga haciendo eso.
13. Muéstrate respetuoso ante su sentimiento. Dale un fuerte abrazo y dile cuánto lo quieres.


Tomado de Padres e Hijos / Familia / Gema Lendoiro / Entrevista a Deheni Rubio, psicopedagoga de la Pedagogía Blanca y autora de "mimamedice".

No hay comentarios:

Publicar un comentario